Hacia nuestro destino...
Todavía no había amanecido
y el ejército estaba dispuesto...
Apenas las horas que quedaban
nadie había podido o querido descansar...
Sabíamos que en un momento u otro
tendríamos que enfrentarnos a un gran rival
y aunque estábamos preparados...
la muerte estaba acechando en nuestras tiendas.
Nos encaminabamos a nuestro destino
creyendo fervientemente en un joven
que cambiaría el transcurso de nuestras vidas...
Alejandro Magno.
A espensas del enemigo,
en lo alto de la colina ...
se oían los ecos de tambores
y se respiraba el humo de las hogueras
pero no había miedo o temor alguno...
(Isa)
y el ejército estaba dispuesto...
Apenas las horas que quedaban
nadie había podido o querido descansar...
Sabíamos que en un momento u otro
tendríamos que enfrentarnos a un gran rival
y aunque estábamos preparados...
la muerte estaba acechando en nuestras tiendas.
Nos encaminabamos a nuestro destino
creyendo fervientemente en un joven
que cambiaría el transcurso de nuestras vidas...
Alejandro Magno.
A espensas del enemigo,
en lo alto de la colina ...
se oían los ecos de tambores
y se respiraba el humo de las hogueras
pero no había miedo o temor alguno...
(Isa)
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