Entre semana...

Es curioso porque desde que conseguí abrir los ojos...
y nada más pisar el frío suelo de mi habitación...
decidí que hoy no iba a ir con prisas a ninguna parte.

Tomé mi tiempo para saborearlo todo...
una ducha de agua calentita,
la radio de fondo,
una taza enorme de cafe,
un cigarrito...

Y salí a la calle rumbo a los quehaceres matutinos,
pero esta vez... andando, como las personas normales.
Nada de superar mi propio record de los 100 metros lisos,
y bajando de tres en tres todas las escaleras del metro.

Eramos sardinas en latas pero hoy... no me importaba.
El ambiente olía a algo indescriptible... y me daba igual.
Llegaba tarde...eso sí, como siempre.

Reconozco que nunca me paro a observar detalladamente
pero es entretenido observar a la gente por las mañanas.
Unos duermen a ratos...
Otros siguen con la cabeza el ritmo de la música...
Aquellos que leen algo aunque no lleven las gafas puestas...
Y esos que miran a todas partes deseando salir del vagón...

Un día sin prisas...

(Isa)