Gritos

Atada entre el pasado
y el futuro incierto,
esta vez,
la mente y el alma
no entienden el motivo,
la razón de mi súplica.
Es una tortura
de la que no puedo escapar.

¿Hasta cuando?...

Grito una y otra vez...
pero estoy muda...
el silencio...
lo invade todo.

Callada, aguardo la oscuridad.
Llorando, espero las tinieblas.
Mirando más allá, sólo hay bruma.

¿Hasta cuando?...

Gritos que se desvanecen bajo mis sábanas...
Lágrimas que gotean en la almohada...
Rabia contenida que acaba en un sollozo...

Y en la noche...

Mis ojos no se cierran...
Susurros que vienen y van...
No encuentro descanso....
El silencio lo cubre todo...

Y vueltas...
y más vueltas...
para volver a empezar.

Y así...
la noche saluda al día,
y cansada, intento recobrar
un pedacito de mí,
perdido bajo el colchón.

Y es entonces, cuando me pregunto...

¿Hasta cuando?...

(Isabel)

Y en mi alma,
está el beso
que pudo ser.
Y ahora, que...

(Isabel)

Todo son palabras...

La mente es tan complicada...
no nos damos cuenta

que todo lo que nos pasa
a lo largo de nuestra vida,

se transforma meramente en palabras.

Lloramos y lo contamos con palabras

entre sollozos y lágrimas.
Reimos y lo expresamos con palabras

entre risas de todos los colores.

Buenos días...

Nace un sueño...
Nace una idea...
Nace, en fín...
Un rinconcito

Game Over

Ya no hay marcha atrás,
hace mucho que el juego empezó.
No se si con alegría,
o con pesar...
el viaje llega a su fín.

Eso es lo que tiene empezar algo,
que... o te arriesgas o te plantas.

Yo tan sólo buscaba...
y por supuesto,
mentiría si no dijera
más que palabras.
Había tanto en juego...

Pero creo que lo correcto
es hacer una última apuesta,
y bajarme
y mostrar las cartas...

¿Así son las relaciones?,
¿Cómo el poker?...

Pues visto lo visto:

Fin al futuro que pudo ser y no será...
Fin a personas que jamás conoceré...
Fin a aquel que en un pasado pudo ser y no fue...

Escalera de color
Mi viaje termina aquí...

(Isabel)

Sueños...

Estaba sentada cerca,
a su izquierda.
No hablabamos,
pero compartíamos un lazo invisible
de vez en cuando,
mientras se cruzaban nuestras miradas
y sonreíamos...

(Isabel)